Zapatillas para correr, ¿cuál me compro?

Un buen par de zapatillas para correr debe tener cuatro elementos fundamentales: flexibilidad, amortiguación, durabilidad y control de movimiento. Bueno, también añadiré apariencia, pero asegúrate que las zapatillas cuentan con las cuatro características básicas. Y lo mismo para el precio. Las zapatillas más caras NO son siempre la mejor elección. Las más baratas probablemente tampoco.

 

Suelen obtenerse mejores resultados con las de precio medio.

La mejor elección vendrá después de comprobar varios factores, tu peso, tipo de arco plantar, patrón de pisada, superficie sobre la que habitualmente corres, qué distancia corres habitualmente, si tienes o has tenido alguna lesión, etc. Pide consejo a tu podólogo, el sabrá que indicaciones debe darte a la hora de elegir calzado deportivo.

Invierte tu dinero en unas zapatillas de calidad. Demasiados corredores comienzan en alguno de los dos extremos de la línea de coste: compran las más baratas o las más caras. Puedes encontrar un buen par de zapatillas que se adapte a tus necesidades, pies, y presupuesto. Y recuerda, las zapatillas son importantes y son tu única gran inversión en tu camino para estar en forma. La clave para encontrar tus zapatillas es el confort, no el precio, ni la apariencia, tampoco la marca. Del mismo modo, debes estar seguro de probarte las zapatillas en la tienda. Deben sentarte bien allí, o si no, no te las lleves a casa.

A continuación te daré algunos consejos para ayudarte a una mejor elección:
1.- Decide cuál es tu rango de presupuesto, y mantente en él. Dile al vendedor cuánto piensas gastarte.

 

2.- Elige una tienda especializada en zapatillas para correr y que tenga variedad de modelos en el rango de tu presupuesto. La mayoría de las tiendas buenas aceptarán que les devuelvas las zapatillas si no estás satisfecho con ellas después de haber corrido una o dos veces con ellas. (Pero no esperes devolverlos si has corrido muchos kilómetros con ellas, y además las llevas puestas).

3.- Lo ideal seria realizar un estudio biomecánico previo a la compra de la zapatilla con tus viejas zapatillas, podrás pedir a tu podólogo un informe para conocer y poder explicar a la hora de comprar la zapatilla algunos conceptos básicos que deberas explicar al vendedor.

4.- Elige un par de zapatillas que se adapten bien cuando estás de pie. Pruébate ambos pies; no supongas que si en uno te va bien también lo hará en el otro. Prueba siempre las zapatillas con los calcetines que uses para correr. La mayoría de las tiendas te dejarán un par de calcetines si no llevas los tuyos. Intenta ir a comprar a mediodía o por la tarde -o después de correr- cuando tus pies son ligeramente más grandes debido a la hinchazón natural fruto de una actividad normal.

5.- Deja algo de espacio para la expansión del pie: los pies se hinchan hasta medio número en carreras largas con tiempo caluroso. Las zapatillas que van demasiado ajustadas en los dedos pueden causar calambres, uñas negras, o ampollas. Si las zapatillas son demasiado grandes pueden deslizarse y crear ampollas, o incluso engarrar los dedos, lo cual puede causar calambres en las pantorrillas o problemas en la zona lumbar.

La mayoría de los corredores necesitan algo así como un pulgar entre su dedo más largo (que no ecesariamente es el gordo) y el final de la zapatilla. Deberías poder mover libremente los dedos dentro de las zapatillas.

Otro consejo: una vez que encuentres la zapatilla que te guste, quédate con ella pero prueba uno o medio número más o menos para comparar, sólo para estar seguro.

6.- Tómate tu tiempo. Haz más preguntas. Pruébate más zapatillas para comparar (pero quédate siempre con el par que te gusta más).

7.- Comprueba la calidad del par (o pares) que elijas. Sitúa la zapatilla en una superficie plana, como un mostrador. Observa la base del talón para ver si es perpendicular a la suela de la zapatilla y comprueba otros desequilibrios. Busca hilos sueltos. Palpa las costuras del interior de la zapatilla para asegurarte que son uniformes, suaves, y están bien cosidas. Comprueba la calidad de los cordones y ojales. Asegúrate de que las capas de la suela están pegadas completa y uniformemente una con otra y a la parte superior. Busca y palpa desigualdades en el interior de la zapatilla.

8.- Comprueba la flexibilidad. Dobla la zapatilla. Recuerda que, a medida que domes las zapatillas, su flexibilidad se incrementará. Cuando es nueva, la zapatilla parecerá rígida, pero debería doblarse unos 30 o 35 grados cuando las dobles con ambas manos, más o menos lo mismo que cuando doblas los dedos del pie. Si la zapatilla no es flexible bajo el pie, entonces las partes anterior y posterior de tu pierna podrían tensionarse, provocando lesiones en el tendón de Aquiles, pantorrilla o músculos de la espinilla.

Busca un equilibrio entre la flexibilidad y amortiguación bajo la parte anterior del pie. Cuanta más amortiguación, menos flexibilidad. La mayoría de las zapatillas de calidad son flexibles.

9.- Ahora comprueba la amortiguación. Una zapatilla con buena amortiguación minimizará el impacto del asfalto sobre tus piernas y es la más recomendable para los corredores noveles. La amortiguación se encuentra en tres lugares:

* La suela, que se desgasta con el contacto con el suelo.

* Las plantillas, que se incluyen en la zapatilla o pueden comprarse por separado para incrementar la amortiguación.

* La mediasuela. Se encuentra entre las dos anteriores y proporciona la protección más crítica.

OJO, un exceso de amortiguación no es recomendable.

Disfrutad de la carrera y recordad nuestra premisa RED (Run Every Day), si algo os lo impide no dudeis en pasar por consulta para estudiar la pisada y valorar vuestra biomecánica, seguramente resolveremos el enigma que hace que no puedas cumplir la premisa RED.

 

ENJOY RUN

 

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